El azúcar es el enemigo. Eso es lo que nos dicen cada vez más después de que los académicos advirtieron que el azúcar se ha vuelto tan peligroso como el alcohol y el tabaco. Las bebidas energéticas, los jugos de frutas e incluso nuestro amado té / café matutino están siendo culpados por la caída de nuestros estándares de salud. Entonces, ¿qué hace que el azúcar sea tan malo?

Una dieta alta en azúcar tiene varios efectos adversos para la salud. El azúcar no es solo azúcar blanco, un terrón o dos de mesa; el azúcar se presenta en muchas formas, como glucosa, fructosa, lactosa y sacarosa. Fruta, leche, miel, mermelada y sirope de arce son algunas de las fuentes de azúcar en nuestra dieta.

Estos azúcares naturales pueden ser adictivos. Científicos franceses en Burdeos informaron que, en ensayos con animales, las ratas eligieron el azúcar sobre la cocaína (incluso cuando eran adictas a la cocaína), por lo que si sientes que anhelas un poco de dulzura, puedes ser uno de los dependientes más comunes del mundo: un azúcar adicto.

"Simplemente no tendré azúcar en mi taza" podría parecer un curso de acción obvio para reducir la ingesta diaria de este peligro para la salud altamente adictivo. Pero son los azúcares ocultos en las comidas preparadas, y casi todo lo que comemos lo que podría ser donde debemos ser más cuidadosos. Los trabajos de investigación relacionaron la fructosa (en particular) con la enfermedad del hígado graso, la estimulación del apetito y la gota, la diabetes, la pérdida de memoria y, por supuesto, la obesidad.

Entonces, como con la mayoría de las cosas en la vida, la moderación es la clave.

"El azúcar no es malo para ti como parte de una dieta equilibrada", dice la dietista Sylvia Turner. “Tiene un papel importante en proporcionar sabor y textura a los alimentos. Solo recuerde, el azúcar contiene calorías pero pocos nutrientes, por lo que comer demasiado azúcar agregada y alimentos y bebidas azucarados en lugar de otros alimentos saludables puede hacer que su dieta sea menos nutritiva ”.